La hipertensión intracraneal es el aumento de la presión en la cavidad craneal. Esto puede deberse a múltiples circunstancias, cuya gravedad es diversa.

La cavidad craneal está constituida por el parénquima cerebral, el líquido cefalorraquídeo (LCR) y el componente vascular (venas y arterias).

Cuando se produce un aumento de la presión del líquido cefalorraquídeo sucede lo que se conoce como hipertensión intracraneal. Este es el líquido que rodea el cerebro y la médula espinal.

Esta afección puede ser resultante también de una elevación dentro del mismo cerebro, causado por una masa (un tumor, por ejemplo), sangrado interno, líquido o inflamación.

En definitiva, la gravedad de esta afección en la cabeza va a depender de la causa que la desencadenó.

Puede ser un golpe -traumatismo- donde se necesite de una serie de medicamentos para lograr que la presión baje, o un tumor cerebral que precisa directamente una intervención quirúrgica urgente.

Por esta razón, un aumento en la presión intracraneal es un problema de salud que puede ser muy grave y potencialmente mortal.

La presión puede dañar el cerebro o la médula espinal, ya que actúa sobre estructuras importantes a las que les está restringiendo el flujo sanguíneo hacia el cerebro.

Es indispensable, entonces, conocer las causas y los síntomas que pueden desencadenar esta afección.

Causas de la Hipertensión intracraneal

Son realmente varias las afecciones que pueden causar una hipertensión intracraneal. Las principales son:

  • Tumor cerebral.
  • Encefalitis (irritación e hinchazón del cerebro).
  • Traumatismo craneal.
  • Ruptura de aneurisma y hemorragia subaracnoidea.
  • Hidrocefalia (cuando se produce un aumento del líquido alrededor del cerebro).
  • Meningitis.
  • Hemorragia cerebral hipertensiva (sangrado en el cerebro producido por la presión alta).
  • Hemorragia intraventricular (sangrado en las zonas del cerebro que tienen fluidos o ventrículos).
  • Convulsiones.
  • Accidente cerebrovascular.
  • Hematoma subdural (sangrado entre la cubierta y superficie del cerebro).
  • Hematoma epidural (sangrado entre el interior del cráneo y la cubierta exterior del cerebro).

Síntomas de la Hipertensión intracraneal

Al ser tantas las causas que pueden derivar en un aumento de la presión en el cerebro son también varios los síntomas.

Es muy común que esta afección comience a manifestarse con una cefalea regular que afecta a ambos lados de la cabeza y que, con el paso de los días, se vuelve cada vez más intensa.

Este fuerte dolor de cabeza puede estar acompañado de náuseas, visión doble o borrosa y dificultades para respirar.

También, algunas personas tienen ruidos en el interior de la cabeza, que se aprecian con cada latido del corazón (en medicina, se lo conoce como tinnitus o acúfenos pulsátiles).

Un pequeño porcentaje de afectados por hipertensión intracraneal no padecen ningún tipo de síntomas.

Tratamiento para la Hipertensión intracraneal

Es fundamental que el diagnóstico se lleve a cabo rápidamente porque a esta afección se la considera una urgencia médica.

Por eso, si la persona acude a un centro de atención cuando tiene los primeros síntomas, tendrá más posibilidades de detener el avance de la enfermedad.

Lo primero que el profesional de la salud va a hacer es solicitar el historial clínico (donde deben estar reflejados los síntomas) y luego enviará al paciente a un exhaustivo examen físico.

Una vez que son investigadas las causas de la afección, se establecen los pasos a seguir. Para estos casos, hay dos caminos: un tratamiento médico farmacológico o una intervención quirúrgica.

Está claro que las circunstancias más graves son aquellas en las que se encontró una masa (tumor, hematoma, edema, por ejemplo) que ocupa espacio y aumenta el volumen intracraneal. Aquí es necesaria una operación.

Para otras situaciones, como el del traumatismo, la presión en el cerebro puede descomprimirse mediante un tratamiento farmacológico.