Hace muchos años se creía que nada sucedía en nuestro cuerpo mientras dormimos, que era simplemente un proceso de descanso y recarga de energía, sin embargo a mediados del siglo XX se descubrió que nuestro cerebro en realidad atraviesa varias fases el sueño.
Nuestro cerebro funciona a base de ondas de actividad eléctrica, al dormir estas varían según sea la fase del sueño en la que nos encontremos. Existen 5 fases de sueño, que a se dividen principalmente en dos campos: las primeras cuatro fases (I-IV) que corresponden al sueño no REM y una última fase de sueño REM (las siglas REM provienen del término en inglés Rapid Eye Movement y hacen referencia al movimiento ocular rápido que sucede durante esta fase).
Fase I: Adormecimiento
Es el período de transición entre el estar despierto (vigilia) y dormido (sueño). Las ondas cerebrales comienzan a reducir la velocidad con respecto a los patrones de vigilia del día. Esta etapa corresponde al 5% del ciclo y en ella suele ser fácil despertarse.
Fase II: Sueño Ligero
En esta etapa disminuye el ritmo cardiaco, el tono muscular y la frecuencia respiratoria, es un período de relajación profunda y enlentecimiento de las funciones fisiológicas. Esta fase es la de mayor duración y corresponde al 50% del proceso.
Fase III y IV: Sueño Profundo
La fase 3 dura tan solo un par de minutos y representa la transición hacia el sueño profundo, que aparece durante la fase 4. Durante el sueño profundo las ondas cerebrales (delta) se vuelven amplias y lentas, al igual que la respiración. Esta es la fase donde despertarnos suele ser más difícil, representa el 20% del ciclo de sueño.
Sueño REM: En esta fase nuestro cerebro está muy activo, tanto que las ondas cerebrales (theta) son similares a cuando estamos despiertos, por eso también se le conoce como "sueño paradójico". En esta etapa existe un movimiento rápido y característico de los ojos bajo los párpados y no somos capaces mover el cuerpo porque aunque el cerebro está activo el tono muscular disminuye (puede dar lugar al fenómeno de la parálisis del sueño). Durante esta fase soñamos y captamos gran cantidad de información de nuestro entorno debido a la alta actividad cerebral. Se considera que el sueño REM participa en el proceso de almacenamiento de recuerdos y aprendizaje y también ayuda a equilibrar el estado de ánimo, aunque aún no se conocen con exactitud los mecanismos involucrados.
Todos las fases tienen el propósito de promover la recuperación fisiológica y psicológica, y varían en duración a lo largo de la noche para conformar un ciclo completo de sueño que dura en promedio 90 minutos. Cada que dormimos se suelen completar entre 4 y 6 ciclos de sueño, para despertar descansados y tener un sueño reparador.
Los malos hábitos del sueño se relacionan con distintos problemas de salud. Además del cansancio, éstos pueden afectar en la concentración y productividad, aumentar el hambre, elevar los niveles de presión arterial, entre muchas otras cosas. Acude a tu médico en caso de presentar problemas para dormir.