Conocer tu cuerpo es de vital importancia, y para ello no hay nada mejor que la autoexploración. Es el método más fácil y rápido de detectar cualquier anormalidad en las mamas,y este simple ejercicio puede salvar tu vida. A continuación te explicamos cómo puedes hacerlo:
1. Observa: Cualquier asimetría o signo como piel de naranja, enrojecimiento secreción o bolitas es un dato que vale la pena revisar para descartar que se trate de algo más grave.
2. Frente al espejo: Busca intencionadamente cambios en la forma, tamaño o superficie de la piel; especialmente hundimientos, úlceras, enrojecimiento o asimetría. Esto deberás realizarlo con los brazos hacia arriba, con las manos en las caderas y con inclinación hacia adelante para visualizar mejor todos los ángulos.
3. Toca: Con las yemas de tus dedos busca bolitas, abultamientos zonas dolorosas o de consistencia diferente al resto de la mama. Estando de pie, pon la mano derecha en la nuca y con la izquierda explora el pecho derecho. Comenzando desde arriba palpando alrededor de la mama en dirección hacia el centro. Después revisa la axila y al final descarta que exista cualquier secreción anormal apretando ligeramente el pezón. Explora el otro pecho de la misma manera y repite el procedimiento estando acostada también.
¿Cuándo es el momento ideal para hacerlo?
Explórate 7 días después de la menstruación, si ya no reglas hazlo en un día fijo del mes. Si olvidaste hacerlo en la fecha programada hazlo cuando te acuerdes; lo más importante es hacerlo periódicamente, conocer lo que es normal y cómo se sienten las mamas dependiendo del periodo del mes, la edad o de ciertas circunstancias como el embarazo.
Importante ⚠️
Es importante aclarar que la mayoría de los cambios anormales NO son causados por cáncer, pero en caso de notar algo extraño durante la autoexploración es necesario acudir a un médico a la brevedad para darle seguimiento y descartar o detectar cualquier patología a tiempo.
¡El cáncer de mama es curable cuando se trata oportunamente!